El libro del Apocalipsis es conocido por ser uno de los más enigmáticos y simbólicos de la Biblia. En él, se describen una serie de eventos proféticos que se supone que ocurrirán en el futuro cercano al fin del mundo. Uno de los pasajes más famosos del Apocalipsis es el de los 7 sellos, que se abre para revelar una serie de juicios divinos que caen sobre la Tierra. En este artículo, vamos a explorar cómo se manifiestan los 7 sellos y cuáles son.
Índice de contenidos
Primer sello: El conquistador
El primer sello se abre y aparece un jinete en un caballo blanco, que lleva un arco y una corona. Este jinete es conocido como el Conquistador y simboliza la victoria y el triunfo. Según el Apocalipsis, el Conquistador sale para conquistar y para que se le conceda la victoria. Algunos creen que este jinete representa la llegada de un gran líder que traerá la paz y la prosperidad al mundo. Otros, sin embargo, creen que el Conquistador es un símbolo de la guerra y la violencia que vendrá en los últimos días.
Segundo sello: La guerra
El segundo sello se abre y aparece un jinete en un caballo rojo, que lleva una gran espada. Este jinete es conocido como el de la Guerra y simboliza la violencia y el conflicto. Según el Apocalipsis, el jinete de la Guerra sale para quitar la paz de la Tierra y para que los hombres maten unos a otros. Algunos creen que este jinete representa la guerra y la destrucción que vendrán en los últimos días.
Tercer sello: La escasez
El tercer sello se abre y aparece un jinete en un caballo negro, que lleva una balanza en la mano. Este jinete es conocido como el de la Escasez y simboliza la hambruna y la pobreza. Según el Apocalipsis, el jinete de la Escasez sale para que se hagan escasos el trigo y la cebada, y para que los hombres se vean obligados a pagar precios exorbitantes por ellos. Algunos creen que este jinete representa las crisis económicas y la escasez de recursos que vendrán en los últimos días.
Cuarto sello: La muerte
El cuarto sello se abre y aparece un jinete en un caballo amarillo pálido, que lleva una guadaña en la mano. Este jinete es conocido como el de la Muerte y simboliza la muerte y la destrucción. Según el Apocalipsis, el jinete de la Muerte sale para matar con la espada, con el hambre, con la muerte y con las bestias salvajes. Algunos creen que este jinete representa las epidemias y las pandemias que vendrán en los últimos días.
Quinto sello: Los mártires
El quinto sello se abre y aparecen las almas de los mártires que han sido asesinados por su fe. Estas almas claman por justicia y se les da ropa blanca y se les dice que esperen un poco más hasta que se complete el número de los que deben ser martirizados. Algunos creen que este sello representa la persecución de los cristianos y la necesidad de permanecer fieles a Dios incluso en tiempos difíciles.
Sexto sello: El terremoto
El sexto sello se abre y se produce un gran terremoto que hace que el sol se oscurezca y la luna se vuelva roja como la sangre. Las estrellas caen del cielo y los cielos se enrollan como un pergamino. Los reyes de la Tierra, los ricos, los poderosos y los esclavos se esconden en cuevas y montañas, y claman a las rocas y las montañas que caigan sobre ellos para que los escondan de la ira del Cordero. Algunos creen que este sello representa un gran cataclismo que cambiará el curso de la historia y que precederá al fin del mundo.
Séptimo sello: El silencio
El séptimo sello se abre y hay un silencio en el cielo durante media hora. Luego, siete ángeles reciben siete trompetas y empiezan a sonarlas. Algunos creen que este sello representa una pausa antes del fin del mundo, un momento en el que se nos da la oportunidad de reflexionar y de arrepentirnos antes de que ocurran los juicios finales.
Reflexión final
Los 7 sellos del Apocalipsis son un recordatorio de que nuestra vida en la Tierra es temporal y que debemos estar preparados para lo que venga. Aunque no sabemos cuándo ocurrirán estos eventos proféticos, podemos estar seguros de que Dios está en control y de que su justicia prevalecerá. Como cristianos, debemos permanecer fieles a Dios y confiar en su plan para nuestras vidas. Que el Espíritu Santo nos guíe y nos dé sabiduría para entender los misterios de su Palabra.